Los frentes de batalla de Mariano Rajoy
Lunes, 21 de Noviembre de 2011
Artículos de opinión y divulgacion 2011
88retweetA la vista de cómo están las cosas dentro del Partido Popular, en España, en Europa y en el mundo y siendo quién es Mariano Rajoy, no creo que la mayoría absoluta que acaba de obtener el Partido Popular vaya a a ser suficiente para garantizarle al futuro presidente una etapa de gobierno tranquila y estable.
Me parece que de manera casi inmediata se le abren, al menos, seis grandes frentes, aunque quizá no por el mismo orden en el que los comento.
El primero será la presión de la extrema derecha de su partido y de sus votantes. De suyo es numerosa pero es que además tiene una presencia desorbitada en los medios de comunicación, en la poderosa jerarquía católica y en muchos de los líderes del partido. Pronto comenzarán a exigir derogación o cambios radicales en las leyes de matrimonio homosexual, derecho al aborto, igualdad o memoria histórica. Y presionarán sin cesar para disponer de presencia no solo testimonial en la vida política sino también en los aparatos del Estado y en los principales ámbitos de decisión. Su influencia no es poca y Rajoy le debe favores así que no le va a ser fácil evitar ni soslayar sus demandas, sobre todo, sabiendo que mantener esa base electoral de extrema derecha (que en realidad desprecia a un Rajoy a quien llaman, entre otras lindezas, Maricomoplejines) es esencial para que el Partido Popular pueda seguir ganando elecciones.
El segundo frente es el que yo llamaría el de las "grandes familias de bien" que no forman parte del grupo anterior, las derechas económicas de toda la vida o el de los hijos de los "ricos por la gracia de Dios" del franquismo al que se han unido los nuevos multimillonarios nacidos de los pelotazos de la pasada burbuja inmobiliaria y de las anteriores olas de privatizaciones. Nada mejor que sus propios apellidos indican quiénes son y de dónde vienen. Tienen intereses no solo en el aparato del PP, que en gran medida controlan, sino también en los negocios que generalmente solo son florecientes gracias al proteccionismo semioculto que se practica a base de corrupción institucional, de ayudas de las administraciones públicas, desgravaciones fiscales y, sobre todo, por su estrecha vinculación con el sector financiero nacional, porque en este frente se incluyen además los banqueros y grandes directivos que aún no han dado el salto completo a los mercados globales.
Se trata de un grupo que en etapas de globalización tendería a ser económicamente residual pero que en España no solo no ha perdido poder económico, influencia política y presencia mediática sino que incluso la ha aumentado gracias al modo tan poco ejemplar y democrático en que se hizo la transición desde la dictadura. En él están también los grandes magnates de los medios españoles, aunque se encuentren cada vez más supeditados a los grupos internacionales que los controlan casi por completo.
La mejor expresión de sus intereses podría ser el documento que los grandes empresarios liderados por la Fundación Everis presentaron al Rey, quien, por cierto ha actuado siempre como el gran mascarón de proa de esta oligarquía nacional, entre otras cosas, porque tanto él como su familia se han enriquecido a su costa, como se está comprobando estos días con su yerno Undargarín.
Lunes, 21 de Noviembre de 2011
Artículos de opinión y divulgacion 2011
88retweetA la vista de cómo están las cosas dentro del Partido Popular, en España, en Europa y en el mundo y siendo quién es Mariano Rajoy, no creo que la mayoría absoluta que acaba de obtener el Partido Popular vaya a a ser suficiente para garantizarle al futuro presidente una etapa de gobierno tranquila y estable.
Me parece que de manera casi inmediata se le abren, al menos, seis grandes frentes, aunque quizá no por el mismo orden en el que los comento.
El primero será la presión de la extrema derecha de su partido y de sus votantes. De suyo es numerosa pero es que además tiene una presencia desorbitada en los medios de comunicación, en la poderosa jerarquía católica y en muchos de los líderes del partido. Pronto comenzarán a exigir derogación o cambios radicales en las leyes de matrimonio homosexual, derecho al aborto, igualdad o memoria histórica. Y presionarán sin cesar para disponer de presencia no solo testimonial en la vida política sino también en los aparatos del Estado y en los principales ámbitos de decisión. Su influencia no es poca y Rajoy le debe favores así que no le va a ser fácil evitar ni soslayar sus demandas, sobre todo, sabiendo que mantener esa base electoral de extrema derecha (que en realidad desprecia a un Rajoy a quien llaman, entre otras lindezas, Maricomoplejines) es esencial para que el Partido Popular pueda seguir ganando elecciones.
El segundo frente es el que yo llamaría el de las "grandes familias de bien" que no forman parte del grupo anterior, las derechas económicas de toda la vida o el de los hijos de los "ricos por la gracia de Dios" del franquismo al que se han unido los nuevos multimillonarios nacidos de los pelotazos de la pasada burbuja inmobiliaria y de las anteriores olas de privatizaciones. Nada mejor que sus propios apellidos indican quiénes son y de dónde vienen. Tienen intereses no solo en el aparato del PP, que en gran medida controlan, sino también en los negocios que generalmente solo son florecientes gracias al proteccionismo semioculto que se practica a base de corrupción institucional, de ayudas de las administraciones públicas, desgravaciones fiscales y, sobre todo, por su estrecha vinculación con el sector financiero nacional, porque en este frente se incluyen además los banqueros y grandes directivos que aún no han dado el salto completo a los mercados globales.
Se trata de un grupo que en etapas de globalización tendería a ser económicamente residual pero que en España no solo no ha perdido poder económico, influencia política y presencia mediática sino que incluso la ha aumentado gracias al modo tan poco ejemplar y democrático en que se hizo la transición desde la dictadura. En él están también los grandes magnates de los medios españoles, aunque se encuentren cada vez más supeditados a los grupos internacionales que los controlan casi por completo.
La mejor expresión de sus intereses podría ser el documento que los grandes empresarios liderados por la Fundación Everis presentaron al Rey, quien, por cierto ha actuado siempre como el gran mascarón de proa de esta oligarquía nacional, entre otras cosas, porque tanto él como su familia se han enriquecido a su costa, como se está comprobando estos días con su yerno Undargarín.