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CUANDO LOS VIENTOS FRÍOS LLEGAN A SORIA
Sobre las calles de Soria el viento llega deprisa,
son horas que la memoria jamás las pone sonrisa.
Sentir los vientos forzudos que nos dejan sus señales,
sufriendo los estornudos de mil formas naturales.
Desde las altas montañas por donde transita El Duero,
los vientos dejan marañas con su frío traicionero.
Soria sintiendo ese viento venido desde El Moncayo,
que puede romper aliento incluso en el mes de mayo.
Sendas llenas de recuerdos que parecen imposibles,
que muchos humanos cuerdos hacen sus rutas visibles.
En estas tierras de Soria entre pinos resineros,
tenemos en la memoria sentidos aventureros.
Soria sufriendo los vientos que pueden ser muy fatales,
sin perder jamás alientos en los días invernales.
Por las rutas más sencillas donde brillan sus lugares,
se encuentran las maravillas de paisajes singulares.
Campos llenos de leyendas que se vuelven pasionales,
veredas que fueron sendas del tránsito de animales.
Sobre el Duero van flotando muchas y viejas costumbres,
que su Ribera va dando con sus hogueras de lumbres.
Soria cargada de versos entre ritmos siderales,
donde se sueñan regresos sin ser rutas imperiales.
Caminos donde la vida sueña con cosas normales,
y ver su gente risueña que busca frases amables.
Soria camino y posada de La Ribera del Duero,
siendo la senda encantada del bonito ROMANCERO.
G X Cantalapiedra.
Sobre las calles de Soria el viento llega deprisa,
son horas que la memoria jamás las pone sonrisa.
Sentir los vientos forzudos que nos dejan sus señales,
sufriendo los estornudos de mil formas naturales.
Desde las altas montañas por donde transita El Duero,
los vientos dejan marañas con su frío traicionero.
Soria sintiendo ese viento venido desde El Moncayo,
que puede romper aliento incluso en el mes de mayo.
Sendas llenas de recuerdos que parecen imposibles,
que muchos humanos cuerdos hacen sus rutas visibles.
En estas tierras de Soria entre pinos resineros,
tenemos en la memoria sentidos aventureros.
Soria sufriendo los vientos que pueden ser muy fatales,
sin perder jamás alientos en los días invernales.
Por las rutas más sencillas donde brillan sus lugares,
se encuentran las maravillas de paisajes singulares.
Campos llenos de leyendas que se vuelven pasionales,
veredas que fueron sendas del tránsito de animales.
Sobre el Duero van flotando muchas y viejas costumbres,
que su Ribera va dando con sus hogueras de lumbres.
Soria cargada de versos entre ritmos siderales,
donde se sueñan regresos sin ser rutas imperiales.
Caminos donde la vida sueña con cosas normales,
y ver su gente risueña que busca frases amables.
Soria camino y posada de La Ribera del Duero,
siendo la senda encantada del bonito ROMANCERO.
G X Cantalapiedra.