EL MIRÓN COMO TESTIGO
El Mirón que buen testigo
de esa Soria permanente,
con el paisaje de amigo
mientras camina la gente.
Soria mirando a su Duero
entre sus álamos vivos,
de vez en cuando un te quiero
hace bellos los motivos.
Desde las bellas alturas
Soria se nota brillante,
sus montes tienen diabluras
con cierto viento arrogante.
Piedras que son los testigos
de diferentes culturas,
Soria tuvo sus castigos
que le dieron amarguras.
Tierras mirando al Moncayo
en las tardes placenteras,
con cierto verdor de mayo
que arrastran las primaveras.
Desde El Collado pensando
en sus bonitos pinares,
estos campos van logrando
hacer preciosos lugares.
Machado marcó caminos
igual que Gerardo Diego,
Soria conoce los signos
del presente, y hasta luego.
Álamos que van sonando
con sus ruidos soñadores,
el viento viene clamando
en distintos miradores.
Cementerio del Espino
entre llantos y recuerdos,
el sufrir tiene su signo
en los momentos más cuerdos.
G X Cantalapiedra.
El Mirón que buen testigo
de esa Soria permanente,
con el paisaje de amigo
mientras camina la gente.
Soria mirando a su Duero
entre sus álamos vivos,
de vez en cuando un te quiero
hace bellos los motivos.
Desde las bellas alturas
Soria se nota brillante,
sus montes tienen diabluras
con cierto viento arrogante.
Piedras que son los testigos
de diferentes culturas,
Soria tuvo sus castigos
que le dieron amarguras.
Tierras mirando al Moncayo
en las tardes placenteras,
con cierto verdor de mayo
que arrastran las primaveras.
Desde El Collado pensando
en sus bonitos pinares,
estos campos van logrando
hacer preciosos lugares.
Machado marcó caminos
igual que Gerardo Diego,
Soria conoce los signos
del presente, y hasta luego.
Álamos que van sonando
con sus ruidos soñadores,
el viento viene clamando
en distintos miradores.
Cementerio del Espino
entre llantos y recuerdos,
el sufrir tiene su signo
en los momentos más cuerdos.
G X Cantalapiedra.