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NOVIEMBRE VIENE ENFRIANDO
Estas fechas son pensadas por campesinos sorianos, al ver tierras escarchadas que dejan frías las manos. El Duero va transitando con sus aguas medio heladas, el viento viene dejando las hojas hoy descolgadas. En los pinares las nieblas hacen sentirte perdido, puedes notar ciertas quiebras en el camino elegido. Soria refleja pasiones, entre brisas heladoras, donde buscas las razones de estas sendas tentadoras. Ser caminante en la vida tiene mucho de calvario, cualquiera senda elegida tiene rumbo estrafalario. Caminando entre pinares siempre divisas colores, a veces pisas lugares donde crecen los amores. Este noviembre enfriando con sus ráfagas de viento, vamos despacio pensando en el duro sufrimiento. Soria de fríos perennes en sus noches delicadas, donde se sufren vaivenes entre brisas dislocadas. Fríos que corren el Duero sin soltar exclamaciones, no saben del romancero ni de sombras con razones. El otoño va dejando estos fríos invernales, que dicen que van calando a las personas normales. Vientos que van recorriendo los caminos y laderas, su fuerza vienen sintiendo en las bonitas praderas. Cuando las noches más brillan para divisar estrellas, nos parece que se humillan a las bonitas centellas. Hay placeres imposibles con los fríos mañaneros, en Soria se ven visibles sus efectos traicioneros. Cuando los fríos rebotan sobre las bellas laderas, muchos sentimientos flotan y soñamos primaveras. Soria conoce los fríos y las noches temblorosas, puede que sigan los ríos dando sus horas dichosas. Caminar con esperanza por estas tierras de Soria, es querer ver la balanza de su más preciosa historia. Las tardes van recortando y el Duero lanza sus nieblas, la ciudad sigue borrando muchos momentos de quiebras. Sentir a Soria soñando con sus brisas y pinares, y ver que sigues logrando conocer ciertos lugares. G X Cantalapiedra.
Estas fechas son pensadas por campesinos sorianos, al ver tierras escarchadas que dejan frías las manos. El Duero va transitando con sus aguas medio heladas, el viento viene dejando las hojas hoy descolgadas. En los pinares las nieblas hacen sentirte perdido, puedes notar ciertas quiebras en el camino elegido. Soria refleja pasiones, entre brisas heladoras, donde buscas las razones de estas sendas tentadoras. Ser caminante en la vida tiene mucho de calvario, cualquiera senda elegida tiene rumbo estrafalario. Caminando entre pinares siempre divisas colores, a veces pisas lugares donde crecen los amores. Este noviembre enfriando con sus ráfagas de viento, vamos despacio pensando en el duro sufrimiento. Soria de fríos perennes en sus noches delicadas, donde se sufren vaivenes entre brisas dislocadas. Fríos que corren el Duero sin soltar exclamaciones, no saben del romancero ni de sombras con razones. El otoño va dejando estos fríos invernales, que dicen que van calando a las personas normales. Vientos que van recorriendo los caminos y laderas, su fuerza vienen sintiendo en las bonitas praderas. Cuando las noches más brillan para divisar estrellas, nos parece que se humillan a las bonitas centellas. Hay placeres imposibles con los fríos mañaneros, en Soria se ven visibles sus efectos traicioneros. Cuando los fríos rebotan sobre las bellas laderas, muchos sentimientos flotan y soñamos primaveras. Soria conoce los fríos y las noches temblorosas, puede que sigan los ríos dando sus horas dichosas. Caminar con esperanza por estas tierras de Soria, es querer ver la balanza de su más preciosa historia. Las tardes van recortando y el Duero lanza sus nieblas, la ciudad sigue borrando muchos momentos de quiebras. Sentir a Soria soñando con sus brisas y pinares, y ver que sigues logrando conocer ciertos lugares. G X Cantalapiedra.