LA VIDA NOS VA DEJANDO
Aquel hombre castellano de la provincia de Soria, era todo un ser humano que gozaba de memoria.
Trabajador sin complejos en otras queridas tierras, sintiendo a Soria de lejos temiendo sufrir más guerras.
Inmigrante desde joven sufriendo la indiferencia, de ver la vida un resorte que anula cualquier conciencia.
Pensando en volver a Soria con su futuro sin dudas, y llevando en su memoria muchas preguntas agudas.
La vida le fue dejando el dinero con fortuna, en la noche fue encontrando el brillo de clara Luna.
Cuentan que marchó buscando reflejos de penas duras, y que solo fue logrando algunas horas oscuras.
La vida deja sorpresas que pudieran ser locuras, y muchas veces regresas a momentos de amarguras.
Sin preguntas caprichosas me comentaron su vida, me hablaron de ciertas cosas y de su ruta elegida.
Entre frases soñadoras y promesas vacilantes, se le marcharon las horas en momentos intrigantes.
En su mente siempre Soria, para levantar pasiones, buscando siempre la gloria de momentos de emociones.
Una tarde sin complejos me comentó sus andadas, sin ver sus pasos muy viejos fueron noches delicadas.
Volver a Soria pensando en sus familiares muertos, y ver el tiempo volando con sus minutos inciertos.
Se me ha pasado mi tiempo, me comentó muy despacio, me habló de no sé qué templo y de estar su mundo lacio.
Le escuché sin dar respuesta a sus viejas convicciones, su vivir nunca fue fiesta ni quiso malas razones.
El dinero le marcaba los caminos de su vida, me dijo esto se acaba sin ver mi razón cumplida.
Una tarde de verano nos dejó su despedida, era todo un ser humano con la lección aprendida.
No le llevaron a Soria, siendo su tierra querida, se fue sin pena ni gloria con su triste despedida. G X Cantalapiedra.
Aquel hombre castellano de la provincia de Soria, era todo un ser humano que gozaba de memoria.
Trabajador sin complejos en otras queridas tierras, sintiendo a Soria de lejos temiendo sufrir más guerras.
Inmigrante desde joven sufriendo la indiferencia, de ver la vida un resorte que anula cualquier conciencia.
Pensando en volver a Soria con su futuro sin dudas, y llevando en su memoria muchas preguntas agudas.
La vida le fue dejando el dinero con fortuna, en la noche fue encontrando el brillo de clara Luna.
Cuentan que marchó buscando reflejos de penas duras, y que solo fue logrando algunas horas oscuras.
La vida deja sorpresas que pudieran ser locuras, y muchas veces regresas a momentos de amarguras.
Sin preguntas caprichosas me comentaron su vida, me hablaron de ciertas cosas y de su ruta elegida.
Entre frases soñadoras y promesas vacilantes, se le marcharon las horas en momentos intrigantes.
En su mente siempre Soria, para levantar pasiones, buscando siempre la gloria de momentos de emociones.
Una tarde sin complejos me comentó sus andadas, sin ver sus pasos muy viejos fueron noches delicadas.
Volver a Soria pensando en sus familiares muertos, y ver el tiempo volando con sus minutos inciertos.
Se me ha pasado mi tiempo, me comentó muy despacio, me habló de no sé qué templo y de estar su mundo lacio.
Le escuché sin dar respuesta a sus viejas convicciones, su vivir nunca fue fiesta ni quiso malas razones.
El dinero le marcaba los caminos de su vida, me dijo esto se acaba sin ver mi razón cumplida.
Una tarde de verano nos dejó su despedida, era todo un ser humano con la lección aprendida.
No le llevaron a Soria, siendo su tierra querida, se fue sin pena ni gloria con su triste despedida. G X Cantalapiedra.