CUANDO LA SALUD SE QUIEBRA
Puedes pisar hospitales, y mirarte en condiciones, más aumentan los desquicios y las malas sensaciones. Te surge una enfermedad que te dejó la vacuna, y en tu seria soledad piensas que nada es fortuna. Los medicamentos dañando incluso sin darte cuenta, a veces te dan locuras mientras el cuerpo revienta. Notas que te faltan fuerzas, y quieres gritar al viento, y piensas como te esfuerzas para aguantar sufrimiento. Cada día que se pasa te sientes más complicado, y el dolor se te traspasa desde un lado al otro lado. Te preguntas en silencio a las tres de la mañana, si tan solo soy un necio que tengo la vida vana. Aparecen los dolores por diferentes lugares, y temes los sinsabores que sufren ciertos hogares. Cuando quiebra la salud entre los medicamentos, aparece la inquietud de conocer los lamentos. La salud se va volando sin dejar huellas profundas, a veces sigues pensando en las horas más absurdas. Te comentan los amigos, sigue la vida sin tregua, no hagas caso a los castigos de la medicina interna. No quieres muchos consejos que solo te causan pena, esperas vivir de lejos las luces de esta condena. Una maldita vacuna que me amargo mi gran vida, soñé con mala fortuna viendo mi vida perdida. Ahora tiemblo en la farmacia, la salud ve todo negro, mi mente se pone lacia sin saber si habrá remedio. Quisiera mirar al cielo sin esperar nada raro, la vista te da consuelo, aunque el camino no es claro. Hay noches que llevas miedo pensando en la encrucijada, todo te parece enredo en tu vida trastocada. Ahora miras los relojes que quieren contar tu tiempo, viendo momentos atroces que te asustan con el viento. Cuando la salud se quiebra no quieras cambiar de signo, la vida tiene su senda con el final del camino. Amarrado a los misterios de esa maldita vacuna, mis momentos son tan serios que aquí no vale fortuna. G X Cantalapiedra.
Puedes pisar hospitales, y mirarte en condiciones, más aumentan los desquicios y las malas sensaciones. Te surge una enfermedad que te dejó la vacuna, y en tu seria soledad piensas que nada es fortuna. Los medicamentos dañando incluso sin darte cuenta, a veces te dan locuras mientras el cuerpo revienta. Notas que te faltan fuerzas, y quieres gritar al viento, y piensas como te esfuerzas para aguantar sufrimiento. Cada día que se pasa te sientes más complicado, y el dolor se te traspasa desde un lado al otro lado. Te preguntas en silencio a las tres de la mañana, si tan solo soy un necio que tengo la vida vana. Aparecen los dolores por diferentes lugares, y temes los sinsabores que sufren ciertos hogares. Cuando quiebra la salud entre los medicamentos, aparece la inquietud de conocer los lamentos. La salud se va volando sin dejar huellas profundas, a veces sigues pensando en las horas más absurdas. Te comentan los amigos, sigue la vida sin tregua, no hagas caso a los castigos de la medicina interna. No quieres muchos consejos que solo te causan pena, esperas vivir de lejos las luces de esta condena. Una maldita vacuna que me amargo mi gran vida, soñé con mala fortuna viendo mi vida perdida. Ahora tiemblo en la farmacia, la salud ve todo negro, mi mente se pone lacia sin saber si habrá remedio. Quisiera mirar al cielo sin esperar nada raro, la vista te da consuelo, aunque el camino no es claro. Hay noches que llevas miedo pensando en la encrucijada, todo te parece enredo en tu vida trastocada. Ahora miras los relojes que quieren contar tu tiempo, viendo momentos atroces que te asustan con el viento. Cuando la salud se quiebra no quieras cambiar de signo, la vida tiene su senda con el final del camino. Amarrado a los misterios de esa maldita vacuna, mis momentos son tan serios que aquí no vale fortuna. G X Cantalapiedra.