Van los cisqueros por las esquinas, van pregonando carbón de encina, carbón de encina cisco de roble, la confianza no está en los hombres, no está en los hombrés ni en las mujeres, que está en el tronco de los laureles. A mis compañeros que en el invierno del año 1963 y la primavera del 64, lo pasamos en los montes de Torralba, trabajando en la combustión incompleta de la leña. Un recuerdo muy especial a los que ya no están on nosotros.