La laguna a la que se refiere el Madoz es el manantial del Ojo. Antiguamente hubo una laguna que cubría toda la extensión de lo que hoy se conoce como "la Charca". Las aguas del Ojo no fluían y se estancaban formando una laguna. Posteriormente les dieron salida por el cauce que existe actualmente y que, si se observa con atención, está más elevado que el fondo de "la Charca". Esto se demostró cuando el último molinero recreció la presa. Cuando la cerró, se dio cuenta que llegaba un momento en que el nivel del agua no subía más y retornaba hacía “la Charca” filtrándose por un cauce secundario que habitualmente está seco. Cualquier persona, por poco observadora que sea, habrá visto el tipo de tierra que han sacado las labores profundas que hacen los tractores actuales: caliza formada en el fondo de una laguna en la que se pueden ver con claridad los materiales de que que la componen.
Por otra parte, en el “Prado Secano” existe una capa de turba, lo que demuestra que esa zona recibía antiguamente las filtraciones de la laguna del Ojo, puesto que la turba se forma en zonas donde la humedad es alta y constante.
Lo que es más difícil de imaginar es en que momento se dio salida al agua de la laguna. Teniendo en cuenta la existencia de un despoblado próximo en el vecino cerro de San Miguel, se puede especular con que serían los habitantes de este antiguo asentamiento los que lo llevaran a cabo.
Cuando los delegados de Madoz llegaron a Torreandaluz a mediados del siglo XIX, la situación de esta zona no sería muy diferente a como hoy la conocemos. La capa de tierra roja que cubre el fondo de “la Charca” hace suponer que han pasado muchos siglos desde que se diera salida al agua de la laguna.
Por otra parte, en el “Prado Secano” existe una capa de turba, lo que demuestra que esa zona recibía antiguamente las filtraciones de la laguna del Ojo, puesto que la turba se forma en zonas donde la humedad es alta y constante.
Lo que es más difícil de imaginar es en que momento se dio salida al agua de la laguna. Teniendo en cuenta la existencia de un despoblado próximo en el vecino cerro de San Miguel, se puede especular con que serían los habitantes de este antiguo asentamiento los que lo llevaran a cabo.
Cuando los delegados de Madoz llegaron a Torreandaluz a mediados del siglo XIX, la situación de esta zona no sería muy diferente a como hoy la conocemos. La capa de tierra roja que cubre el fondo de “la Charca” hace suponer que han pasado muchos siglos desde que se diera salida al agua de la laguna.