Por esta cuesta con buen hielo nos tirábamos resbalando la cuesta abajo hasta mas abajo de la fuente, la culera del pantalón era nuestro trineo o alguna tabla quizá, luego en la lumbre nos secabámos(entonces nevaba mas que ahora). Recuerdo, que cuando era niño, en las maravillosas y luminosas mañanas de mayo, me sentaba en un banco que había delante de esa casa (la de Demetrio)y antes de que la Señorita abriera la puerta de la escuela disfrutaba de la alegría de la naturaleza en primavera, en las dolondrinas, aviones, gorriones etc se respiraba alegria y yo me sentía feliz por vivir en ese pueblo, a veces con suerte se sentaba junto a mi el tio Dámaso un hombre muy inteligente y de su boca oi alguna vez hasta historias de... Vaya vista del pueblo, eh!...
Recuerdo que en las noches de verano, nos sentábamos en los bancos de los soportales del bar y pasábamos horas y horas hablando, aunque tambien conteplábamos los coches y camiones que pasaban por la carreta y que desde allí se dibisaban.
En fiestas todo eso está lleno de gente, que entra y sale del bar.
Quiro volver a disfrutar como antes!¡!
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