Viendo este anochecer no puedo dejar de recordar las noches al sereno con las ovejas, los diferentes sonidos de la noche, cencerros de todas clases, los cantares del algun pastor y las aves nocturnas, buos lechuzas, algun zorro y un sinfin de vida en las noches de verano. El monte no estaba solo, habia hasta amores pastoriles.La hora la sabiamos por el giro de las costelaciones, pues no teniamos reloj. Siempre he pensado que el cielo en Torreblacos tenía un encanto especial. Atardecer en el monte, es de los mejores momentos de la vida, los colores y los olores hacen que uno nunca quiera que pase ese momento, ademas solo se encuentran en Torreblacos.