SUBIENDO POR LA GALIANA
El corazón me palpita
al ver tan grande el paisaje,
la Cuesta pienso que grita
sin nadie que se relaje.
La Cuesta de La Galiana
es peligrosa de veras,
su dulzura de mañana
te hará vivir sus praderas.
Los motores van gritando
mientras divisas laderas,
hay piedras que están flotando
en las verdes primaveras.
La Galiana de frontera
con sus templarios marcando,
Cuesta que rompe barreras
cuando atrás se va quedando.
Los enebros se marchitan
entre piedras milenarias
los pinos a veces gritan
sus canticos de plegarias.
La Galiana de vereda
entre senderos soñados,
el viento borra y enreda
sus sueños equivocados.
El cielo como testigo
de los templarios cristianos,
La Galiana es un castigo
para los sueños profanos.
Subir sin prisa la Cuesta
es conocer su vertiente,
que nada tiene de fiesta
pero nos da su aliciente.
La vista corre caminos
buscando las singladuras,
La Galiana con sus pinos
hace bellas sus dulzuras.
G X Cantalapiedra.
El corazón me palpita
al ver tan grande el paisaje,
la Cuesta pienso que grita
sin nadie que se relaje.
La Cuesta de La Galiana
es peligrosa de veras,
su dulzura de mañana
te hará vivir sus praderas.
Los motores van gritando
mientras divisas laderas,
hay piedras que están flotando
en las verdes primaveras.
La Galiana de frontera
con sus templarios marcando,
Cuesta que rompe barreras
cuando atrás se va quedando.
Los enebros se marchitan
entre piedras milenarias
los pinos a veces gritan
sus canticos de plegarias.
La Galiana de vereda
entre senderos soñados,
el viento borra y enreda
sus sueños equivocados.
El cielo como testigo
de los templarios cristianos,
La Galiana es un castigo
para los sueños profanos.
Subir sin prisa la Cuesta
es conocer su vertiente,
que nada tiene de fiesta
pero nos da su aliciente.
La vista corre caminos
buscando las singladuras,
La Galiana con sus pinos
hace bellas sus dulzuras.
G X Cantalapiedra.