LOS ECOS DEL CAÑÓN DEL RÍO LOBOS
Suena fuerte la tormenta
y el cañón lo va notando,
el misterio siempre aumenta
cuando nos llega mojando.
No es difícil la elección
en estas tierras sorianas,
el eco suena a canción
si son voces castellanas.
Cañón lleno de recuerdos
con sus curvas y sus llanos,
templarios que fueron cuerdos
a la vez de ser hermanos.
Paredes de piedras grandes
con sus historias guerreras,
que trazan sus bellas tardes
en sendas aventureras.
El Río Lobos tranquilo
con su frescura y ambiente,
hace paredes de filo
con su brillo reluciente.
Enebros que son testigos
del caminar de la gente,
los pinos son los amigos
de aquel agua transparente.
Aquellos olmos secados
por raras enfermedades,
hoy parecen encantados
en sus tristes soledades.
Cañón que busca salida
por las veredas del Duero,
es su zona protegida
al abrazar al Ucero.
Las historias siguen vivas
en los castellanos viejos,
a veces son tan festivas
que nos quitan los complejos.
G X Cantalapiedra.
Suena fuerte la tormenta
y el cañón lo va notando,
el misterio siempre aumenta
cuando nos llega mojando.
No es difícil la elección
en estas tierras sorianas,
el eco suena a canción
si son voces castellanas.
Cañón lleno de recuerdos
con sus curvas y sus llanos,
templarios que fueron cuerdos
a la vez de ser hermanos.
Paredes de piedras grandes
con sus historias guerreras,
que trazan sus bellas tardes
en sendas aventureras.
El Río Lobos tranquilo
con su frescura y ambiente,
hace paredes de filo
con su brillo reluciente.
Enebros que son testigos
del caminar de la gente,
los pinos son los amigos
de aquel agua transparente.
Aquellos olmos secados
por raras enfermedades,
hoy parecen encantados
en sus tristes soledades.
Cañón que busca salida
por las veredas del Duero,
es su zona protegida
al abrazar al Ucero.
Las historias siguen vivas
en los castellanos viejos,
a veces son tan festivas
que nos quitan los complejos.
G X Cantalapiedra.