POEMA A MI PUEBLO
Camino de mi pequeña aldea,
paso por el río Duero,
y es tradición repetir,
los versos de Gerardo Diego.
Cada vez queda menos
para llegar a mi pueblo,
y aunque no esté en la ribera,
lo adoro y lo quiero.
¡Por fin lo distingo!
bueno, mas bien adivino
pues los frondosos árboles,
no dejan ver el camino.
Atravieso el viejo puente
antaño de madera,
y aunque ahora mas sólido
prefiero el que era.
Por sus fuertes cimientos
viejas aguas corrieron,
mucho mas cristalinas
que las que luego nacieron.
Ahora, mas custodiado por maleza
que nace y crece a su antojo,
lo mismo da en la ribera,
que bajo sus tres ojos.
A mi no me incomoda
su distribución de espesura,
pues con su variedad de colores
gana viveza y hermosura.
Si el río complace la vista,
esperad a ver el monte,
lleno de pinos y enebros
hasta atrapar el horizonte.
El olor del tomillo, del cantueso,
del romero y de la tierra;
la naturaleza, te estremece,
te atrapa y te encierra.
Versos enteros le dedicaría
y no me voy sin nombrarlo,
pues entre estas líneas,
describo a Valdenarros.
Tere
Camino de mi pequeña aldea,
paso por el río Duero,
y es tradición repetir,
los versos de Gerardo Diego.
Cada vez queda menos
para llegar a mi pueblo,
y aunque no esté en la ribera,
lo adoro y lo quiero.
¡Por fin lo distingo!
bueno, mas bien adivino
pues los frondosos árboles,
no dejan ver el camino.
Atravieso el viejo puente
antaño de madera,
y aunque ahora mas sólido
prefiero el que era.
Por sus fuertes cimientos
viejas aguas corrieron,
mucho mas cristalinas
que las que luego nacieron.
Ahora, mas custodiado por maleza
que nace y crece a su antojo,
lo mismo da en la ribera,
que bajo sus tres ojos.
A mi no me incomoda
su distribución de espesura,
pues con su variedad de colores
gana viveza y hermosura.
Si el río complace la vista,
esperad a ver el monte,
lleno de pinos y enebros
hasta atrapar el horizonte.
El olor del tomillo, del cantueso,
del romero y de la tierra;
la naturaleza, te estremece,
te atrapa y te encierra.
Versos enteros le dedicaría
y no me voy sin nombrarlo,
pues entre estas líneas,
describo a Valdenarros.
Tere