Creo que al menos hay dos épocas en el año donde pensamos que la vida camina a pasos agigantados. Una es en el cumpleaños y otra llegadas estas fechas. Es inevitable pensar aquello de: Unas navidades más ¡cómo pasa el tiempo! Quizá solo sean “cosas de viejo” como le decía a mi madre años ha, ante esta tradicional frase; pero resulta que llevo unos cuantos en los que no puedo evitar corroborar su comentario. ¿Me estaré haciendo vieja?, me pregunto ante ciertos pensamientos compartidos con ella y con mi padre.
Tal vez el tiempo no perdone, pero tenemos que aprovechar al máximo estos y todos los momentos posibles de recogimiento familiar. Esa cercanía, esa complicidad, ese cariño, tenemos que disfrutarlo siempre al máximo, pero en estas fechas tenemos que elevarlo al infinito si es posible. Nunca dejemos que la vida pueda con nosotros, cosa que nunca hará si tenemos el amor de los nuestros.
Desde aquí os deseos unas muy felices fiestas. Solo hacedme un favor: disfrutarlas al máximo. Un beso grande mis muy queridos amigos.
(Os dejo un breve poema y un video con fotos de mi queda tierra soriana)
Qué breve es el rubor que tiñe la inocencia.
Qué gozosa la juventud
que amaneciendo con timidez
vive y muere en vehemencia.
Qué sosiego se adhiere
a los pliegues de la madurez,
y qué apatía anida en la vejez
cuando la ilusión se quedó en el camino.
(el vídeo lo podéis visionar en mi blog: traslasamapolas. blogspot. com
Tal vez el tiempo no perdone, pero tenemos que aprovechar al máximo estos y todos los momentos posibles de recogimiento familiar. Esa cercanía, esa complicidad, ese cariño, tenemos que disfrutarlo siempre al máximo, pero en estas fechas tenemos que elevarlo al infinito si es posible. Nunca dejemos que la vida pueda con nosotros, cosa que nunca hará si tenemos el amor de los nuestros.
Desde aquí os deseos unas muy felices fiestas. Solo hacedme un favor: disfrutarlas al máximo. Un beso grande mis muy queridos amigos.
(Os dejo un breve poema y un video con fotos de mi queda tierra soriana)
Qué breve es el rubor que tiñe la inocencia.
Qué gozosa la juventud
que amaneciendo con timidez
vive y muere en vehemencia.
Qué sosiego se adhiere
a los pliegues de la madurez,
y qué apatía anida en la vejez
cuando la ilusión se quedó en el camino.
(el vídeo lo podéis visionar en mi blog: traslasamapolas. blogspot. com