Este breve relato ha resultado ganador en un certamen literario organizado por abastsocial. Presentados 269. Espero que guste a quien lo lea. Saludos a todos.
"Llevábamos horas encerrados en la misma habitación. Nuestra relación está estancada, le dije. Eso es porque tú quieres, añadió abriendo la ventana y respirando profundamente el silencio y la negrura de la noche. Se volvió hacia mí y comprendí que nunca podría cambiarla; era demasiado tarde.
Tú me querías así ¿no es cierto?, preguntó con un extraño brillo en los ojos, ¿entonces por qué no deseas que siga adelante? Casi pude sentir su malvada melosidad, y tuve miedo. Yo no quiero que seas una asesina... aunque sea por amor, añadí mirando hacia otro lado. ¿Y lo dices ahora?, ¿precisamente ahora que apenas queda tiempo?, comentó hasta situarse junto a mí. Lo sé, tenía que haberlo pensado antes. Pues ahora ya es tarde, no creo que puedas hacer nada. Estás muy equivocada, le dije en plan teatral, sí hay algo que puedo hacer. ¿Qué? Acaso serás tú quien me mate, agregó soltando una sonora carcajada. No, yo no me voy a convertir en lo que tú eres. ¿Perdona?, será en lo que tú me has convertido. Bueno, da igual, hasta aquí hemos llegado. Me levanté, y con un sonoro portazo, dejé a mi personaje encerrado a escasos dos capítulos del final".
"Llevábamos horas encerrados en la misma habitación. Nuestra relación está estancada, le dije. Eso es porque tú quieres, añadió abriendo la ventana y respirando profundamente el silencio y la negrura de la noche. Se volvió hacia mí y comprendí que nunca podría cambiarla; era demasiado tarde.
Tú me querías así ¿no es cierto?, preguntó con un extraño brillo en los ojos, ¿entonces por qué no deseas que siga adelante? Casi pude sentir su malvada melosidad, y tuve miedo. Yo no quiero que seas una asesina... aunque sea por amor, añadí mirando hacia otro lado. ¿Y lo dices ahora?, ¿precisamente ahora que apenas queda tiempo?, comentó hasta situarse junto a mí. Lo sé, tenía que haberlo pensado antes. Pues ahora ya es tarde, no creo que puedas hacer nada. Estás muy equivocada, le dije en plan teatral, sí hay algo que puedo hacer. ¿Qué? Acaso serás tú quien me mate, agregó soltando una sonora carcajada. No, yo no me voy a convertir en lo que tú eres. ¿Perdona?, será en lo que tú me has convertido. Bueno, da igual, hasta aquí hemos llegado. Me levanté, y con un sonoro portazo, dejé a mi personaje encerrado a escasos dos capítulos del final".