SIN OLVIDAR MUCHAS SENDAS
Los recuerdos siguen vivos
por los caminos de Soria,
hoy con otros adjetivos
pero con la misma historia.
Aquellas sendas al monte
con sus campesinos viejos,
fueron igual que un resorte
que quitaban los complejos.
Pueblos que siguen luchando
por mantener su cultura,
al tiempo que van dejando
apartada la amargura.
Quieren sentir en sus pasos
un futuro de esperanza,
olvidando los fracasos
que a veces da la labranza.
La tierra les va enseñando
sus raíces milenarias,
y en ella se van dejando
sus horas extraordinarias.
Labradores con coraje
entre cosechas mermadas,
que abrazan a su paisaje
como tierras encantadas.
Pinares llenos de vida
que a veces temen los vientos,
con gente comprometida
que sabe de sentimientos.
Labradores de esta tierra
entre fríos maliciosos,
su corazón siempre encierra
muchos momentos gozosos.
Estos lugares de Soria
donde se escucha el silencio,
les llevas en la memoria
envueltos en el misterio.
G X Cantalapiedra.
Los recuerdos siguen vivos
por los caminos de Soria,
hoy con otros adjetivos
pero con la misma historia.
Aquellas sendas al monte
con sus campesinos viejos,
fueron igual que un resorte
que quitaban los complejos.
Pueblos que siguen luchando
por mantener su cultura,
al tiempo que van dejando
apartada la amargura.
Quieren sentir en sus pasos
un futuro de esperanza,
olvidando los fracasos
que a veces da la labranza.
La tierra les va enseñando
sus raíces milenarias,
y en ella se van dejando
sus horas extraordinarias.
Labradores con coraje
entre cosechas mermadas,
que abrazan a su paisaje
como tierras encantadas.
Pinares llenos de vida
que a veces temen los vientos,
con gente comprometida
que sabe de sentimientos.
Labradores de esta tierra
entre fríos maliciosos,
su corazón siempre encierra
muchos momentos gozosos.
Estos lugares de Soria
donde se escucha el silencio,
les llevas en la memoria
envueltos en el misterio.
G X Cantalapiedra.