CUANDO LA TARDE TE ENAMORA
Te puedes enamorar de los ruidos y destellos, y hasta puedes implorar vivir los momentos bellos. Pasear junto al Ucero con la esperanza sencilla, de ver muy cerca ese Duero que dicen que es maravilla. Si la tarde te enamora con su sonido de orilla, veras a la zarzamora que en la cuneta te brilla. El sol se marcha tranquilo dejando calores locos, sobre su ritmo perfilo algunos perdidos troncos. El Ucero te enamora en esas tardes preciosas, no importa seguir la hora de los amantes con rosas. El Burgo sigue camino por sus rutas entre piedras, sin precisar adivino estas sendas son sin hiedras. La tarde se va marchando entre sombras de atalaya, el calor se irá volando en esta tarde de playa. Abril nos deja sus sendas que parecen ser de agosto, donde temes esas riendas del calor en cualquier rostro. Hay tardes que son caprichos por la Ribera del Duero, donde surgen ciertos dichos que vienen del ROMANCERO. El Ucero se acrecienta para dejarnos sus claves, hasta la paciencia aumenta cuando vemos sus detalles. Cruzar sus puentes sin prisa en las tardes armoniosas, mientras notamos la brisa que huele a campos de rosas. Los caminos del Ucero tienen sentida memoria, sin ser terreno guerrero saben de paz y de gloria. La tarde se va marchando sin hablarnos del infierno, el aire viene cantando canciones que son de invierno. Mirar tranquilo al Ucero desde mi bella ventana, pensando que sigue El Duero por la tierra castellana. El Abión sigue activo temiendo tanta sequía, no sabe ver el festivo, ni lamentar su porfía. La Fuentona se marchita sin ver la lluvia a su vera, a veces piensas que grita sin esperanza siquiera. Estas tierras castellanas que saben de penitencia tienen costumbres cercanas cargadas de resistencia.
G X Cantalapiedra. ... (ver texto completo)
Te puedes enamorar de los ruidos y destellos, y hasta puedes implorar vivir los momentos bellos. Pasear junto al Ucero con la esperanza sencilla, de ver muy cerca ese Duero que dicen que es maravilla. Si la tarde te enamora con su sonido de orilla, veras a la zarzamora que en la cuneta te brilla. El sol se marcha tranquilo dejando calores locos, sobre su ritmo perfilo algunos perdidos troncos. El Ucero te enamora en esas tardes preciosas, no importa seguir la hora de los amantes con rosas. El Burgo sigue camino por sus rutas entre piedras, sin precisar adivino estas sendas son sin hiedras. La tarde se va marchando entre sombras de atalaya, el calor se irá volando en esta tarde de playa. Abril nos deja sus sendas que parecen ser de agosto, donde temes esas riendas del calor en cualquier rostro. Hay tardes que son caprichos por la Ribera del Duero, donde surgen ciertos dichos que vienen del ROMANCERO. El Ucero se acrecienta para dejarnos sus claves, hasta la paciencia aumenta cuando vemos sus detalles. Cruzar sus puentes sin prisa en las tardes armoniosas, mientras notamos la brisa que huele a campos de rosas. Los caminos del Ucero tienen sentida memoria, sin ser terreno guerrero saben de paz y de gloria. La tarde se va marchando sin hablarnos del infierno, el aire viene cantando canciones que son de invierno. Mirar tranquilo al Ucero desde mi bella ventana, pensando que sigue El Duero por la tierra castellana. El Abión sigue activo temiendo tanta sequía, no sabe ver el festivo, ni lamentar su porfía. La Fuentona se marchita sin ver la lluvia a su vera, a veces piensas que grita sin esperanza siquiera. Estas tierras castellanas que saben de penitencia tienen costumbres cercanas cargadas de resistencia.
G X Cantalapiedra. ... (ver texto completo)