ERAN LAS CINCO DE LA MADRUGADA,
Aquel 16 de agosto del año 1990, a las cinco de la madrugada, aquel hombre lleno de paciencia, y sin grandes prisas al estar de vacaciones, y con un relente de frío soriano, intentando pasar por el desfiladero de la Güera, para dirigirse a su pueblo soriano, un poco antes había pasado una noche fabulosa en El Burgo de Osma, en su Plaza Mayor, donde una orquesta muy buena, hizo una noche de guardar en el cerebro. Más un control rutinario de la Guardia Civil frente ... (ver texto completo)
Aquel 16 de agosto del año 1990, a las cinco de la madrugada, aquel hombre lleno de paciencia, y sin grandes prisas al estar de vacaciones, y con un relente de frío soriano, intentando pasar por el desfiladero de la Güera, para dirigirse a su pueblo soriano, un poco antes había pasado una noche fabulosa en El Burgo de Osma, en su Plaza Mayor, donde una orquesta muy buena, hizo una noche de guardar en el cerebro. Más un control rutinario de la Guardia Civil frente ... (ver texto completo)