En Villar del Río, cada Domingo de Resurreción el pueblo amanece lleno de "aleluyas", estos pequeños trozos de tela colocados en cada casa y que representan las mozas que allí habitan. En agosto, durante las fiestas, los jóvenes van cantando casa por casa una canción típica del lugar a cada moza para así conseguir dinero, es: LA PESETA.