Desde hace 5 años Villarijo está habitado por dos jóvenes vascos y a pesar de haber pedido a la administración que se les deje recuperar una parte de los olivos abandonados, aún están esperando la respuesta. Actualmente se ha unido otro miembro más a esta pequeña comunidad, un joven de Guadalajara. Esperamos que obtengan una respuesta positiva y que desde la diputación se apoyen las iniciativas de gente como ellos, que apuestan por volver al campo y volver a revivir este pueblo tan precioso, olvidado al parecer por todos los que de verdad tienen el poder para hacer que las cosas cambien. Os volveré a escribir con noticias