Para los que nunca hayais subido, esta es la parte de arriba de la Casa Pueblo. Esta un poco destartalado la verdad, pero no me digais que no tiene su encanto... Igual si lo arreglamos un poquito puede quedar bien chulo. Se aceptan ideas!
MINI-COMENTARIO
DIA DE LA CARIDAD EN SANTERVÁS
Estoy recopilando algunos datos, en relación con el origen del “día de la caridad” pero tengo poco tiempo y voy muy lento. A ver si termino y los publico, sometiéndoles de este modo a las opiniones y criterios - e incluso modificaciones si procede - del personal de Santervás.
Comentaban la Sr Juana y la Sra. Rosalía, allá por los años 1956, que, fue fijado por una marquesa en su testamento
Yo, que nací en 1950 desde el 56 al 60 iba por la tarde con esos grupos de niños que formábamos, casi sin programar “a •la caridad” en Santervás; era una especie de excursión- fiesta. Íbamos los niños de Fuencaliente; también iban los de Fuentearmegil; dudo si iban de Zayuelas, por la distancia que, para peques de menos de 10 años constituye un recorrido de ida y vuelta considerable; pero que resultaba más fácil si el trayecto se hacía con “el aro”; el aro psicológicamente en los pegues de aquellos años significaba una ayuda análoga a coger el coche hoy en día para hacer un recado; le mandaban al menor a hacer un recado y se resistía o no iba, por el cansancio;, en cambio, si tenía el aro a mano hacia el recado de inmediato veloz, feliz y contento, pero la realidad es que si para hacer ese recado había que recorren 200 metros, con el aro podría suponer 500 o 1000 metros; no es lo mismo coger la bici, coger la moto, el coche... que coger el aro. De ahí que los pegues estuviésemos tan atletas, y sin un gramo de grasa
Continuamos; al llegar nos daban un trozo considerable de pan; el equivalente a un cuarto de hogaza mediana-pequeña, a cada personita, supongo que también a los más mayores (a veces y de un modo singular, especial y privado, nos daban chocolate y agua, o una mezcla de vino rebajado con agua y miel, que proporcionaba al “pequeñín” energía bastante para volver a Fuencaliente lleno de vitalidad y comentar el viaje a padres y abuelos.
El pan, estaba bendecido, hecho que nos hacia reservar un trozo de aquel pan para hermanos más pequeños, e incluso para amiguitos incapacitados por algún catarro o dolencia que no le permitía realizar la excursión; pues -como vengo comendando- se hacía siempre a pie evidentemente, y sin previa autorización de los padres: mayor emoción.
QUEDÓ GRABADO EN MI MENTE A PERPETUIDAD:
... los repartidores del pan, con sus trajes nuevos de pana, camisa blanca con todos los botones abrochados, boina nueva y semblante amabilísimo y lleno de afecto.-EMPATÍA manifiesta.
... La dedicación de Antonino, (un mozo maduro) que se forzaba en hacerlos reír a los mas pequeños, haciéndonos creer, que no aparecería el cansancio al regreso: nos veía- decía- ¡grandotes y fuertotes!
... La dedicación de Benito, un hombretón rubio (¿hijo de Hilario?), que muy serio, nos daba - lo que hoy entiendo – como, UN CURSO DE ENSEÑANZA DE ECONOMÍA BÁSICA, para que administrásemos nuestras propinas... y curiosamente me viene aquí y ahora a la mente, que aquellas comentarios de economía del Sr Benito, si la aplicasen los políticos actuales, los resultados serian milagrosos.
... La parte de arriba de la casa del pueblo. la encuentro cambiada en relación con el mobiliario.
Entiendo que hacer un comentario de unos aconteceres de hace unos 55 ó 60 años, sin reflexionar, así de un modo instantáneo, y basado en unos simples recuerdos, sorprenden a quien les está aquí y ahora a toda prisa relatando pero la amabilidad, cordialidad y atenciones para los pequeñines visitantes de aquella gente de Santervás, fue impresionante, entra dentro de ese concepto de “LAS VIRTUDES DEL SER HUMANO”
Un Saludo a la Gente de Santervás.
ECA: 72870178Z
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