Al ver estas
fotos del esplendor de la belleza y
juventud, no nos queda más remedio que recordar momentos... (Momentos irrepetibles hoy en día)
Decir a los jóvenes de ahora, que en
Adalia cuando hechaban
cine, nos llevávamos el asiento de
casa. La oscuridad de la sala, al empezar el No-Do sentíamos los chicos un nerviosismo, si teníamos al lado una chica. No podíamos ni mirar de reojo... El corazón galopaba al pensar que podíamos cojerla de una mano.