Esta foto, (a la que me gustaría que alguién pusiera los nombres, de los que en ella están), no deja de ser un regalo, una gratitud y afecto, de poder endulzar el buen recuerdo de aquellos años dorados en Adalia.
Yo algo más joven que todos ellos, les recuerdo muy bien, y es posible que estuviera viendo como hacian la foto, y viendo también aquella juventud alegre, en la que nos divertíamos con cualquier festividad.
Alguien de Adalia, pedia en este foro, que contásemos vivencias de entonces, porque recordar es volver a vivir.
Como no recordar los paseos de las chicas después de la misa. Solian ir cogidas del grazo en grupo, por la carretera hasta el molino. (El que ya no existe)
Y, recuerdo a Jesús "primero por la derecha" que venía en bicicleta desde su pueblo de Vilanbarba, a ver a la novia, mi vecina la Feli. Yo le esperaba para que me dejara la bicicleta y, siempre ma decia: -Tama, da tadas las vueltas que quieras hasta que la canses-.
Y como no recordar al otro Jesús "EL morato" Bailando con la Sole, siempre con una sonrisa... En fin, me gustaría que las demás personas de Adlia, o de los pueblos limítrofes, sigan contado anécdotas de estas y, otras más entrañables.
Yo algo más joven que todos ellos, les recuerdo muy bien, y es posible que estuviera viendo como hacian la foto, y viendo también aquella juventud alegre, en la que nos divertíamos con cualquier festividad.
Alguien de Adalia, pedia en este foro, que contásemos vivencias de entonces, porque recordar es volver a vivir.
Como no recordar los paseos de las chicas después de la misa. Solian ir cogidas del grazo en grupo, por la carretera hasta el molino. (El que ya no existe)
Y, recuerdo a Jesús "primero por la derecha" que venía en bicicleta desde su pueblo de Vilanbarba, a ver a la novia, mi vecina la Feli. Yo le esperaba para que me dejara la bicicleta y, siempre ma decia: -Tama, da tadas las vueltas que quieras hasta que la canses-.
Y como no recordar al otro Jesús "EL morato" Bailando con la Sole, siempre con una sonrisa... En fin, me gustaría que las demás personas de Adlia, o de los pueblos limítrofes, sigan contado anécdotas de estas y, otras más entrañables.