Sentados en la fuente de la plaza, con el regato que pasaba por el medio del pueblo, y con pequeños puentes.
Al fondo, la casa del Sr. José y la Sra. Agustina, padres de Jose Vicente, el que está en la foto, empezando por la izquierda. Le sigue Tomasín, también aportando los nuevos transistores de pilas, cuando empezaba la modernidad inalábrica...
Jacinto (el que lo escribe) con la guitarra de mi padre, que nunca aprendí a tocar, aúnque ahora me gusta escuchar a David, mi hijo menor, que es un gran músico, o a los buenos guitarristas que a mí me acompañan, cuando canto flamenco en los centros culturales y, demás sitios.
Don Heriberto, el cura amigo de todos, al que recordamos con agrado, por la buena labor que hizo en Adalia. El humo del cigarro de Paquito, que parece una premonición de la causa de su muerte aún siendo joven, por ser tan fumador.
Al fondo, la casa del Sr. José y la Sra. Agustina, padres de Jose Vicente, el que está en la foto, empezando por la izquierda. Le sigue Tomasín, también aportando los nuevos transistores de pilas, cuando empezaba la modernidad inalábrica...
Jacinto (el que lo escribe) con la guitarra de mi padre, que nunca aprendí a tocar, aúnque ahora me gusta escuchar a David, mi hijo menor, que es un gran músico, o a los buenos guitarristas que a mí me acompañan, cuando canto flamenco en los centros culturales y, demás sitios.
Don Heriberto, el cura amigo de todos, al que recordamos con agrado, por la buena labor que hizo en Adalia. El humo del cigarro de Paquito, que parece una premonición de la causa de su muerte aún siendo joven, por ser tan fumador.