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ADALIA: MÁS ALLÁ DEL AMOR Y EL DESAMOR (A Francisco Umbral)...

Hay un escrito de mi abuelo Meliton Herreras muy curioso,

"AL CURA DON RODRIGO"

Buenos días Don Rodrigo
ya estamos en San Antón
¿no es hoy día memorable
o de especial devoción...?.
Porque el domingo pasado
no quiso, o se le olvidó
decir nada de este santo.
Que fué pobre de nación
ni aún con luces le acompaña
dirá con mucha razón.
Si fuera alguna misa de requien
o alguna amonestación
ya pondría más cuidado...
y, hasta otro año, San Antón.

Adalia 1909

MÁS ALLÁ DEL AMOR Y EL DESAMOR (A Francisco Umbral)

Hay cosas que a uno se le ocurren, se piensan y se calla, quizá por miedo hacer el ridículo. A veces las comentamos en voz alta para nuestro propio asombro, el libre pensamiento es así. Después de leer y admirar a Francisco Umbral, al que nunca conocí personalmente, como lo hicieron sus amigos Cela y Delibes, me hago el despistado y me cuelo haciendo esta pirueta para charlar con él –como en un sueño imaginario- ahora que está muy tranquilo en esa eterna morada. Puede que no me conteste, pero yo al menos lo voy a intentar…
Quiero dedicarle humildemente mi escrito y, como si hubiéramos estado dialogando en un café, tengo la osadía de preguntar mis ocurrencias…
…Cuando perdiste a tu hijo Pincho de leucemia a los seis años Paco, el único que tuviste, me encantó tu libro “Mortal y Rosa”, posiblemente de las obras cumbres de la literatura en España, dentro de tu extensa vida literaria. Llegaste a niveles difíciles de escalar en el mundo de las letras. Tu dolor y decepción por esa vida interrumpida te llevo a probar la hiel que a todos nos aterra y, el resultado fue esa lógica rebeldía contra ti y contra el mundo. Supiste jugar magistralmente con la palabra, para desdoblar el duende que hay en todo tu espíritu poético. Claro. -Me dice con tono pensativo- Lo recuerdo amigo… “vivo de llorarte en la noche con lágrimas que queman la oscuridad. Soldadito rubio que mandaba, que te perdí para siempre. Lo que queda después hijo es un universo fluctuante, consistencia y pecado, como dicen que es Júpiter, una vaguedad nauseabunda de veranos e inviernos, una promiscuidad de sol y sexo, de tiempo y muerte…”
SOBRE EL AMOR
…Paco: yo creo que el amor es una eterna quimera, algo que no está en buscar, más bien en encontrar ¿no?. Puede que se encuentre -me dice- en la magia de las miradas humanas. Aunque lo miremos atentos, es algo que se puede encontrar por casualidad, ¡con menos acierto que lo hacen las mariposas a través de sus feromonas! -me dice- buscándolo inconscientemente, -Ya ves Paco-. Una mariposa no es más que una mancha si la aplastas… Entonces ¿qué no tendrá el potencial del cerebro humano…?. (Tómate el café que se te enfría…). ¿Has oído Paco ese pensamiento Hindú, ahora que hablamos de mariposas…?. Te acuerdas de aquel dicho Paco…?. Sí, el que le preguntaba un alumno al maestro, óigame, “en mi puño tengo una mariposa, ¿cómo estará viva o muerta…?. Y el maestro pensó, si le digo que está viva aprieta el puño y la aplasta. O si le dice que está muerta abrirá la mano y saldrá volando”. Sí, volando como los sueños, dice apurando el café- él era un maestro, ya sabemos todos lo que le contestó: En tu puño la mariposa está como tú quieras que esté… -los sabios saben mucho Paco-. Ya podíamos ser todos así de inteligentes, pero tenemos mucho que aprender.
No sé por qué cuando queremos describir el amor lo hacemos como algo que está fuera de nosotros, como que estuviera volando… Sí, como el alma -me dice sonriendo- claro, siempre andamos como los magos a ver si aparece de verdad, esperando a que se pose en nuestro pecho y deje de revolotear. Sí, esta es nuestra quimera, - le digo- pero, tú encontraste ese amor en Carmen, Paco, como también lo encontró Miguel Delibes (el que fue su amigo personal y, director de “El Norte de Castilla” prestigioso periódico y el más antiguo de España) o Miguel Hernández en su mujer…. Puede… -mirándome complaciente- (Aunque no lo tenía aún publicado en “Cartas a mi mujer”). Tu amor a Carmen España era de estilo barroco… Ni Neruda lo hubiera dicho tan lindo… “No debieras leer, María, este capítulo, para no saber que eres feliz cuando lo ignoras, porque entonces lo sabrías y se estropearía el encanto”. “Ahora cuando acabe de escribir este libro, esta carta a mi mujer, bajaré a la calle a hacer recados y pasaré la mano, como siempre, por la hojalata suntuosa y leprosa del Citroën GS, como acariciando mi féretro o mi cadáver.
Así nos acabamos Mariamor, así me acabo. Soy un viejo Citroën que te llevó a ver el mundo. Y poco más.
Así terminas Amigo Umbral “Carta a mi mujer” en Madrid, otoño, de 1985.
¡Ay Umbral, Umbral!. Al final nos emocionas con tu prosa inigualable. Si volvieras a vivir quizá dirías algo que nadie hubiera dicho jamás. Con tu talento Paco cubrías todo lo inimaginable, exteriorizando, todas las intuiciones que pensamos y, no nos atrevemos a decir… “ ¡Pero ya me he muerto!” -me dice-. Nuestra mente sigue viva Paco –para los vivos- Sí, le -digo- para los que los que pensamos en lo infinito. Se queda pensativo… Nuestra eternidad empieza y termina en nuestra consciencia –me dice, algo más serio-
Pero los vivos Paco te hacemos permanecer mentalmente. Te imaginamos diciéndonos algo que a mí no se me ocurre… Ahora que tú vives en la eternidad me gustaría preguntarte sobre la nada, sobre todo lo vivido y lo no vivido, porque en ti Paco ya no es posible la aniquilación. Tú eres un volcán dormido en un interminable invierno y, quiero que me transmitas algo nuevo de tu talento. “No seas iluso” –me dice- “Cuando tu voz calle con la muerte, tu corazón seguirá hablando en los demás, el árbol se convierte en leña y podrá seguir ardiendo con calor en los demás”. Así es amigo Paco –le digo pensativo también- y así será. Yo volveré a pisar por la montaña como si me quisiera asomar al cráter de un volcán apagado que ya nunca eclosionará y, que la naturaleza le ha ido cubriendo sus raíces. La madre tierra siempre se encarga de poner su alfombra verde y floreada.
DE LOS AMIGOS
“Que tu luz brille por siempre, porque tú lo mereces”. Bonita frase del libro “La brújula interior” de Álex Rovira, cuando se trata el tema de los amigos de verdad. Los buenos amigos que hacen el techo más alto en esta vida, ofreciendo luz en este tiempo baldío en el que nos toca vivir, porque son seres humanos son los que nos acompañan y nos hacen felices o nos hacen desgraciados.
Decía Saint-Exupery que, “El amor es la única cosa que crece cuando se reparte” y, con los amigos también tendría que ser lo mismo, pero siempre dependemos de ellos, de su libertad individual y no de nuestra propia conciencia.
¿No me contestas…? -Si hombre, tú hablas mucho -me dice- Como el resto del personal…
Ese refugio de tener un buen amigo, es otra quimera que uno lleva en su vida, ya que es un tesoro que se puede perder si el muere antes que tú. ¿Te acuerda…? “Cuando un amigo se va, te va dejando un vacío, que no le puede llenar la llegada de otro amigo”. (Alberto Cortez, otro buen poeta). Es como cuando pierdes a tus padres, que son insustituibles. La amistad profunda sólo es una sensación de bienestar y de recompensa. Es como esas vivencias que solíamos tener de pequeños en el que nos veíamos jugando en el desván con el gran amigo de la infancia y, luego al pasar el tiempo sólo están los juguetes el cuarto vacío y el silencio, viendo cómo se pasó el tiempo fugazmente y eso es irremplazable.
¿Dónde quiero llegar Paco…? Al reconocimiento que hay personas con más luz que otras, como te decía la frase del principio hablando de la luz de algunas personas.
Amigo Paco, esto de la gente con luz ¿tú lo entiendes…? ¡Ni puta idea! –me dice-. “Creo que la luz o la oscuridad están dentro de nosotros, depende de la evolución de nuestras neuronas…” Pero yo siempre estaré con mí búsqueda del librepensamiento. Paco, siempre serás la verdad que ha encendido en mi alma la luz de la razón. Es hermoso creer en la luz cuando aún es de noche y, despertar a un nuevo día con la ilusión de vivir a tope, como si ese día fuera el último.
¡Como te gusta la música Paco!, como a mí, coincidimos con Vivaldi o con Joaquín Rodrigo. Divinos. -me dice- Un invidente que nos hizo ver a todos con su música un inmenso Jardín... Sí, para poseer la vida hay que sentir la música, -que no deja de ser una huella de Dios- una belleza que nos transforma.
Me estaría charlar teniéndote de amigo todo lo que me resta de vida Paco, para saber que había en tu fondo que aún no nos dijiste sobre tus creencias religiosas. Nada. -me dice-. Yo sí creo que hay algo más allá, aunque sea una ilusión, pienso que esperar en la fe, es más cómodo y no deja de ser un alivio si lo pensamos poéticamente. Mi razón es que si siembras una flor, el fruto está en ti y, además no se cual es el fruto, yo solo tengo la mano tendida…

DEL DESAMOR
Amigo Umbral. Te dejo en paz. Te quiero por tu natural sabiduría, hasta una próxima ocasión. Yo voy a seguir con mi eterno soliloquio… (Para la próxima hablaremos de putas si tú quieres)
Cuando la ignorancia se mira al espejo y ésta, ya no ve más que lo infinito de la ausencia, intenta llorar a destiempo pero las lágrimas ya sólo son pintura mezclada con polvo seco… Gimo en el silencio. A lo lejos hay una sombra sutil, quizá la sombra de la nada… que se convierte en unos ojos de cuchillo que miran a la luna en el reflejo del mar, o quizá en un rio quemado por la espera, que grita en la soledad de un alma retorcida, enfurecida por unos celos que más bien miran al otro lado del espejo…
De repente llega la muerte y todo es negro, negro como la nada, como la aniquilación deseada en el delirio contenido y, se va también el sollozo como una nave sin retorno que se aleja entre la niebla en que se apaga en un suspiro, como una bocanada de ceniza, como un desequilibrio… Como un cadáver que reclama el soplo divino y añora unos besos que nunca se dieron.

Jacinto Herreras Martín