MÁS ALLÁ DE LA LUNA
Ahora que se ha cumplido el 40 aniversario de aquella increíble hazaña, de ir el hombre a la luna, al mismo tiempo que se cumplió nuestro aniversario de boda, pues es tiempo de celebración, y de alzar la copa en alguna terraza veraniega, para hacer un brindis a nuestra hermosa luna plateada.
Pues tal como se cuenta aquella efemérides, uno no sabe bien si sentirse reconfortado o como dicen algunos mayores, que no se lo terminan de creer. Quizá sea mejor seguir imaginando que fue un gran sueño, como si nunca hubiera existido, lo que hubo fue un inocente guiño de muchos millones derrochados para nada, o quizá la broma de un cuento interestelar, que a todos nos tiene que hacer reflexionar. -“Pisar la luna, un paso pequeño para el hombre, y un gran paso para la humanidad”-. Yo siempre pensé que la mágica luna de enamorados, no podría ser nunca mancillada por ningún reptil baboso y, mucho menos ensuciar con una “famosa pisada” su brillo inmaculado.
La histórica soberbia humana, es una patraña y, su peor pecado, es seguir traicionando a los de su propia especie, ya digo, con un inútil derroche económico, cuando tantos desheredados mueren de hambre y, de injusticia bajo la luna.
Si fueron a ella o hubieran dejado de ir, nos tiene que dar exactamente igual, bastante condena tenemos ya los humanos con nuestras incoherencias de falta de justicia en el mundo y, esta creciente incapacidad de entendimiento y, convivencia pacífica, por el estúpido afán de posesión de poder.
El gran misterio del universo seguirá estando bajo la bóveda celeste, imaginando otros mundos, mientras nos miran millones de estrellas en las noches oscuras, aunque las veamos cada vez más cerca, desde los gigantescos telescopios.
Las carreras espaciales es cosa de gobiernos, de políticos interesados por ganar poder y dinero, como todo. Nada tienen que ver con lo que pueda haber más allá de las galaxias y, del misterio de los soñadores. Quizá nunca nos puedan robar ese capricho ingenuo a los humanos, eso de mirar al cielo y poder hablarse uno mismo con las parpadeantes estrellas.
La humanidad no crece mejor, por ir por ahí dando saltos por las galaxias para buscarse a si mismos, cuanto mas lejos, más pequeños, perdidos en el cosmos. Puede que la ilusión ancestral de conquistar el espacio sideral, sólo sea el sueño insoportable de sentirnos demasiado solos entre la gente.
Ojala algún día nos desengañemos y, volvamos del cielo dispuestos a conquistar de verdad este mundo tan maltratado, este maravilloso planeta azul con algo más de sentido común y humanidad.
Antes de que otro Armstrong pueda “Deshojar la luna”, como dice ese bonito poema de Federico García Lorca, también Pablo Vl dijo su hermosa frase en aquella efemérides. – Pálida luz de nuestras noches y de nuestros sueños – En fin, ahora con el nuevo observatorio astronómico de Canarias, quizá podamos ver lo que se esconde en el universo, más allá de la luna.
Jacinto Herreras Martín
Ahora que se ha cumplido el 40 aniversario de aquella increíble hazaña, de ir el hombre a la luna, al mismo tiempo que se cumplió nuestro aniversario de boda, pues es tiempo de celebración, y de alzar la copa en alguna terraza veraniega, para hacer un brindis a nuestra hermosa luna plateada.
Pues tal como se cuenta aquella efemérides, uno no sabe bien si sentirse reconfortado o como dicen algunos mayores, que no se lo terminan de creer. Quizá sea mejor seguir imaginando que fue un gran sueño, como si nunca hubiera existido, lo que hubo fue un inocente guiño de muchos millones derrochados para nada, o quizá la broma de un cuento interestelar, que a todos nos tiene que hacer reflexionar. -“Pisar la luna, un paso pequeño para el hombre, y un gran paso para la humanidad”-. Yo siempre pensé que la mágica luna de enamorados, no podría ser nunca mancillada por ningún reptil baboso y, mucho menos ensuciar con una “famosa pisada” su brillo inmaculado.
La histórica soberbia humana, es una patraña y, su peor pecado, es seguir traicionando a los de su propia especie, ya digo, con un inútil derroche económico, cuando tantos desheredados mueren de hambre y, de injusticia bajo la luna.
Si fueron a ella o hubieran dejado de ir, nos tiene que dar exactamente igual, bastante condena tenemos ya los humanos con nuestras incoherencias de falta de justicia en el mundo y, esta creciente incapacidad de entendimiento y, convivencia pacífica, por el estúpido afán de posesión de poder.
El gran misterio del universo seguirá estando bajo la bóveda celeste, imaginando otros mundos, mientras nos miran millones de estrellas en las noches oscuras, aunque las veamos cada vez más cerca, desde los gigantescos telescopios.
Las carreras espaciales es cosa de gobiernos, de políticos interesados por ganar poder y dinero, como todo. Nada tienen que ver con lo que pueda haber más allá de las galaxias y, del misterio de los soñadores. Quizá nunca nos puedan robar ese capricho ingenuo a los humanos, eso de mirar al cielo y poder hablarse uno mismo con las parpadeantes estrellas.
La humanidad no crece mejor, por ir por ahí dando saltos por las galaxias para buscarse a si mismos, cuanto mas lejos, más pequeños, perdidos en el cosmos. Puede que la ilusión ancestral de conquistar el espacio sideral, sólo sea el sueño insoportable de sentirnos demasiado solos entre la gente.
Ojala algún día nos desengañemos y, volvamos del cielo dispuestos a conquistar de verdad este mundo tan maltratado, este maravilloso planeta azul con algo más de sentido común y humanidad.
Antes de que otro Armstrong pueda “Deshojar la luna”, como dice ese bonito poema de Federico García Lorca, también Pablo Vl dijo su hermosa frase en aquella efemérides. – Pálida luz de nuestras noches y de nuestros sueños – En fin, ahora con el nuevo observatorio astronómico de Canarias, quizá podamos ver lo que se esconde en el universo, más allá de la luna.
Jacinto Herreras Martín