Situada a medio camino entre Valladolid y Salamanca, en la N-620, de Burgos a Portugal, es Alaejos una villa tradicionalmente agrícola y ganadera. La agricultura de secano es la prioritaria (cebada y trigo), y más reducida la de regadío (remolacha y patata). Su ganadería se centra en explotaciones familiares de ovino y vacuno, fundamentalmente.

Edificio del S. XVI

Dos son, desde su punto de vista artístico, los principales lugares que ofrece Alaejos al viajero interesado: la iglesia de San Pedro, edificio de ladrillo y mampostería, construido en el siglo XVI, con una torre de sesenta metros de altura, divisable, junto con la de Santa María, desde un radio de varios kilómetros. En su interior se aprecian retablos y esculturas barrocas y platerescas de cierta importancia, sobre todo en su altar mayor, además de un destacable coro y un magnífico órgano barroco del siglo XVIII.
La iglesia de Santa María, declarada Monumento Artístico Nacional, es de un peculiar estilo renacentista, con algunos detalles de reminiscencias góticas. Merecen destacarse su retablo mayor y el impresionante artesonado linternado que se halla sobre dicho retablo. Cuenta, además, con un Museo Inter-Parroquial que atesora importantes colecciones de platería y ornamentos religiosos.
Cercana a la villa se encuentra la capilla dedicada al Cristo del Humilladero, que alberga una magnífica talla de tamaño natural; y la Ermita de la Virgen de la Casita, patrona del lugar. Se trata de una advocación de origen milagroso que cuenta la aparición de la imagen a Catalina de la Cruz, a finales del Siglo XV. La talla es gótica, del siglo XIII. Sobre la fachada norte de la ermita puede contemplarse el escudo más antiguo de la villa.

17 de enero San Anton.

10 de mayo la Virgen de la casita.

15 de mayo San isidro.

7 al 10 de septiembre fiestas patronales en honor a la virgen de la Casita.

Las romerías a la Virgen de la Casita, su patrona, acaparan las fiestas del lugar en torno al día 10 de mayo y al 8 de septiembre.
Como buenos castellanos, son los de Alaejos gente recia y hospitalaria, orgullosa de sus tradiciones populares, como la representación de "Los bandidos de Sierra Armenia", o el gusto por la artesanía popular, todavía hoy muy viva en los alfares con que cuenta el lugar.
Merendar en el pinarel Jueves de comadres y el de compadres.
Comer en el campo en San Isidro.
Tirar paja en San Antón.

Se ignora la época exacta en que Alaejos fue fundada. Muchas especulaciones e hipótesis se han vertido en este sentido, desde su conexión con el rey godo Alarico -Alarejos, en deformación vulgar- hasta su fundación por Alfonso IV, con el nombre de "Alejameo". Más probables parecen sus orígenes árabes durante la Reconquista.
Perteneció a la provincia de Toro y su historia está estrechamente unida a los avatares que sufrió su castillo. Nombres como Enrique IV de Trastámara, Alonso de Fonseca, Juana de Portugal, Fernando el Católico, el Movimiento Comunero, etc., forman parte de su memoria.
El escudo de Alaejos en la actualidad, es una estrella de ocho puntas sobre fondo azul, con corona por timbre, aunque el más antiguo conservado en la villa, situado en la fachada norte de la Ermita de la Casita, entre dos piedras conmemorativas de unas obras realizadas a finales del siglo XVII, presenta una estrella de seis puntas sobre un círculo, posiblemente de influencia más hebráica.
El color azul es, el predominante, no sólo en el escudo, sino que también es el color de la Virgen y el de la indumentaria usada por una cofradía compuesta por hombres que bailan incansablemente a la Virgen durante la romería al son de la dulzaina, o charambita, como algunos allí la llaman.

La localidad contó con la afamada fuente de Ontanza u Hontanza, que abastecía a los vecinos y algunas localidades cercanas, pues sus aguas eran muy apreciadas.
Especial importancia revisten sus vinos, de merecida fama durante los siglos XVI y XVII (el mismísimo Quevedo dijo en una ocasión: "Los paños franceses no abrigan lo medio que una santa bota de lo de Alaejos", refiriéndose a su vino). Tras un tiempo en el olvido, ahora vuelven a recuperar su importancia y es imprescindible su degustación para todo viajero que se precie, pues así lo dice el viejo refrán: "Vino de Alaejos, bueno para mozos y mejor para viejos".
Es hoy día Alaejos una villa que dispone de buenos servicios e importante actividad económica y social, sin olvidar sus ofertas culturales y de ocio: piscinas, centro cultural, biblioteca, polideportivo, etc.
Posada Plaza Mayor de Alaejos, con siete habitaciones, Restaurante y Cafetería.