Dos son, desde su punto de vista
artístico, los principales lugares que ofrece
Alaejos al viajero interesado: la
iglesia de
San Pedro,
edificio de ladrillo y mampostería, construido en el siglo XVI, con una
torre de sesenta metros de altura, divisable, junto con la de
Santa María, desde un radio de varios kilómetros. En su interior se aprecian
retablos y
esculturas barrocas y platerescas de cierta importancia, sobre todo en su
altar mayor, además de un destacable
coro y un magnífico
órgano barroco del siglo XVIII.
La iglesia de Santa María, declarada
Monumento Artístico Nacional, es de un peculiar estilo renacentista, con algunos detalles de reminiscencias góticas. Merecen destacarse su
retablo mayor y el impresionante artesonado linternado que se halla sobre dicho retablo. Cuenta, además, con un
Museo Inter-Parroquial que atesora importantes colecciones de platería y ornamentos religiosos.
Cercana a la villa se encuentra la
capilla dedicada al
Cristo del Humilladero, que alberga una magnífica talla de tamaño natural; y la
Ermita de la
Virgen de la Casita, patrona del lugar. Se trata de una advocación de origen milagroso que cuenta la aparición de la imagen a Catalina de la
Cruz, a finales del Siglo XV. La talla es
gótica, del siglo XIII. Sobre la
fachada norte de la ermita puede contemplarse el
escudo más antiguo de la villa.