Percibo el tacto del asfalto, el corazon que se acelera cuando levanto la rueda al abrir gas, trazo curvas sinuosas, respiro mientras me siento libre en la
carretera general y me paro a ayudar a un hermano desconocido con problemas en su
moto, esto es sentirse motero y no solo el tener una moto. Me gusta pilotar, no conducir. Rafa.