Dedicada a
San Martín de Tours, es un
edificio de dos naves, construido en
piedra de las canteras de tierra de Cuéllar.
En su construcción se distinguen varias etapas y distintos estilos arquitectónicos. A finales del siglo xv se construyeron la cabecera y la
capilla contigua, de
Santa Catalina, fundada en 1497 por el bachiller Juan Fernández, cura del municipio y arcipreste de Fuentidueña.
La segunda etapa se emprendió durante la segunda mitad del siglo xvi, pero las obras avanzaban lentamente, ya que a comienzos del siglo xvii todavía se estaban construyendo las naves, y en 1623 estaba por terminar el cuerpo de la
iglesia. Durante este periodo trabajaron en su construcción varios maestros, documentándose en 1598 varios pagos a Francisco del Bado; en 1610, el maestro cantero Pedro de la Vega reemplaza a de los
Corrales.