Monasterio cartujo en el que la Inquisición tuvo una de sus
plazas fuertes.
Durante la guerra de la independencia fue utilizado por las tropas de Napoleón como acuartelamiento.
Sus tesoros artisticos están repartidos por varios lugares, ya que para protegerlos primero de los franceses y luego de la desamortización, fueron escondidos y trasladados a
Villanueva de Duero. Con el paso del tiempo muchas de esas piezas se han perdido, o vendido, pero todavia se pueden ver algunas en la
iglesia de Villanueva y en su
ermita.
Hoy
Aniago es un
caserio medio abandonado y el monasterio son unas
ruinas de las que muy pocos se acuerdan y a las que nadie protege de las continuas barbaridades que sufren.