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BENAFARCES: Si un gran pueblo, el mio, que nadie me diga lo contrario...

Si un gran pueblo, el mio, que nadie me diga lo contrario eh¡, aunque reconozco que ultimamente voy menos de lo que debiera, me da pena verlo en ruinas y despoblado, aunque siempre estara en mi mente, en el naci, vivi mi niñez, juventud y en el me quisiera pasar mi obligado descanso.
No se si muchos de los que, supongo, esto leais, conocisteis a Don Francisco, cura atipico de su epoca, al que solo le importaba a parte del vino, (de la misa no me interpreteis mal), el bienestar de todos los vecinos.
Viene con frecuencia a mi memoria, pues siendo niño, me despertaba muchas mañanas, para que fuese su monaguillo, cuando las misas eran en latin, con eso digo bastante, tan bueno era yo en esa sagrada funcion, que toda la misa me pasaba preguntando si tocaba la esquila, o mirando a las feligrsas, que no hacian otra cosa que haceme señas para que atendiese o me riese, no se.
Os contare una anezdota, de Don francisco, que la mayoria conocereis, pero para los que no. Siendo ya muy mayor, apunto de jubilarse como sacerdote, vendio el caballo con el que se sesplazaba a los pueblos vecinos a decir misa y se compro una bicicleta (de chica por lo de la sotana) para de forma mas comoda y rapida desplazarse, como comprendereis, tenia que aprender a andar en tan rapido invento, pidio ayuda a un grupo chavales, entre los que me econtraba, como le cansaba dar pedales, creimos que lo haria mas rapido sin esfuerzo, asi que lo soltamos, con sotana y todo, por la cuesta Tiedra, y aprendio, vaya que si aprendio, a volar sin motor usando la sortana como alas, aun me duele a mi el aterrizaje.
Bueno ya, por hoy no cuento mas, otro dia seguire con el anezdotario. Y no os riais que la cosa es seria, ademas no estaria nada bien.
Hasta otra paisanos.