Hoy varios días después de San Pelayo me pongo a reflexionar lo que me ha pasado: me hice muchos kilómetros para asistir a la fiesta de mi pueblo y me encuentro con un gran problema, después de misa me voy a conocer un poco el campo y me encuentro con un señor que me saluda pero solo con la mano no dijo nada más que adiós, yo me quedé perplejo y sin palabras, desapareció por el horizonte seguí camino de Fontihoyuelo para hacer un poco de tiempo al llegar a la altura de un camino nuevo me sentía un ... (ver texto completo)