Es una verguenza, ya lo creo, pero es la realidad, cuantos hechan una mano a la hora de ayudar a poner y quitar el refresco? muy pocos, no? pues ahí se ve, es para todos y nadie pide nada, un poco de solidaridad no vendría mal, sieno la fiesta de S.Agustín tenía que haber un poco más de armonia entre todos.