AQUELLOS LABRADORES AIROSOS
Surcos que fueron derechos
como velas encendidas,
labradores que en barbechos
supieron dar la salida.
Los labradores airosos
que marcaron sus besanas,
aquellos hombres dichosos
alegraron las mañanas.
Fueron mitos en el campo
mientras pisaban cañadas,
hoy ya no queda ni llanto
de aquellas bellas jornadas.
Los tractores se llevaron
los labradores airosos,
y las gentes lo notaron
viendo campos temerosos.
Los vientos vienen dejando
arados de vertedera,
la maquinaria llegando
no notó la primavera.
Medina siempre fue escuela
de labradores airosos,
el tiempo se marcha y vuela
con barbechos horrorosos.
Hay promesas que se marchan
por los llanos de Medina,
y costumbres que se tachan
con La Mota en su colina.
Siento nostalgia en mi pecho
al recordar el pasado,
el surco que va derecho
le tienes hoy recordado.
G X Cantalapiedra.
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