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CUENCA DE CAMPOS (Valladolid)

Vieja casa con soportales

OTOÑO

Lágrimas blancas, vaho en los cristales
del llanto melancólico de octubre
y un rescoldo de niebla que no encubre
ocres sedientos de hojas autumnales.

Bufandas que se van, iris astrales,
tras risas infantiles, mar salubre,
y una cigüeña en fuga que descubre ... (ver texto completo)
LA NOCHE

A pernoctar llegó la noche al día,
a matizar de estrellas, terciopelo,
la amplitud desmedida de su cielo
que en luces de penumbra perecía.

Sus labios, bruna boca, idolatría,
sus ojos, luz oscura, desconsuelo,
su sexo, luna plena, paralelo ... (ver texto completo)
COSMONAUTA

No aspiro a ser del cielo el cosmonauta
que tripule su cápsula entre azares
-tangram virtual- sobre interestelares
atmósferas ingrávidas. Ni el nauta

que ingenuamente endulce con su flauta
la sangre rojo sangre de mil mares,
de mil cielos de bilis, mil Antares ... (ver texto completo)
EL DIA

Le desnudas al alba amaneceres
reprochando a la noche su osadía
de ensuciar –grafitera- tu albaquía
de aerosoles en negro, atardeceres.

Rindes sol a la sombra cuando mueres
vespertino y fugaz -valiente día-,
derrotado horizonte de porfía ... (ver texto completo)
SARMIENTO

Hoy brotan mis palabras del fruto del sarmiento
como uvas que son voces de mostos milenarios,
racimos de poemas de mil abecedarios
que aroman cada viernes con pálpito incruento.

De estas cuatro paredes que anhelan el momento
en que a la tarde afloren grandezas y calvarios,
poéticas razones de humanos visionarios ... (ver texto completo)
Que coincidencia Errante.
Termino de escribir sobre la presencia de franceses en Cuenca, y a continuación visito de nuevo el foro y veo que hacias un comentario al respecto.
Como ves el comentario lo escribo en la foto de la antigua casa de la familia Martinez-Tejero pues es una de las casas en las que se hospedaban los oficiales por ser de las mejores del pueblo.
Los que nos podrían contar mucho sobre el tema son Aderito y Miguel, a ver si se animan.
Amigo Piquero: Si pasó Wellington o sus tropas por Cuenca, no lo sé. La ruta militar mas próxima a Cuenca era el Camino Real, Madrid-Irún, por donde bajaron las tropas napolónicas camino de Medina de Rioseco, en el que las tropas gallegas del Genaral Blake, se juntaron con las tropas castellanoleonesas del Capitán General Gregorio Garcia de la Cuesta y sufrieron una derrota estrepitosa a manos del mariscal Bessieres.
Bueno, esto solo es un apunte para entender el contexto de la posibilidad que ... (ver texto completo)
Cuando en un anterior mensaje, me he interesado por esta casa, es porque siempre me pareció una casa sombría y misteriosa, a lo mejor es porque siempre la he conocido cerrada.
Es fácil que hace ahora 200 años, en esta casa se alojáran las tropas del General Welington.
Si alguien sabe del tema, podíamos hablar de ello.
Hay dos eventos trascendentales en nuestra existencia, que están por encima de todos los demás: nuestro nacimiento y nuestra muerte.

Ambos tienen una característica en particular: no importan las circunstancias, en esencia, cuando ocurren, estamos solos; llegamos solos y solos partimos. Pero tal pareciera que de manera subconsciente intentaramos alejarnos de la traumatizante experiencia que representa el conocer el estado de soledad en el cual nos encontramos en sendas situaciones. Así, en una búsqueda frenética por escapar de la soledad -que tal vez no nos sea inherente, pero no nos es antinatural- buscamos desesperadamente la compañía: la de nuestros padres, la de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestra pareja.

Esto puede aparecerse como una completa contradicción, ya que nos tratamos de adaptar a grupos de personas o individuos particulares para obtener su compañía sin tomar en cuenta, en ocasiones, nuestra propia personalidad. Y aunque dicha compañía no es un bien despreciable, sino todo lo contario pues es gracias a ella que podemos sobrellevar muchas veces las rudezas de la vida (¿quién no ha estado eternamente agradecido porque en determinada situación difícil tuvo la fortuna de encontrar los brazos de la familia, el hombro o las palabras de un amigo y la calidez de la pareja?), también llega a suceder que, para conseguir esa compañía, la capacidad de adaptación antes mencionada se vuelva una de dos cosas: o disminución de la propia personalidad ante la presencia del otro o, peor, completa dependencia de su presencia.

Es en este punto cuando aparecen muchas complicaciones, porque lo que, bien entendido, debería ser una agradable interacción, una hermosa convivencia, puede terminar volviéndose algo tormentoso e insoportable: el amigo que resultó no ser como lo pensábamos o la pareja que nos rompe el corazón por hacer cosas que, en nuestra ilusión, de ella nunca esperábamos. Pero siempre queremos escapar de esa natural soledad que nos sigue como una sombra y, a pesar de eso que se comienza a romper, queremos seguir allí, y continuar con algo que no se puede continuar, buscando una luz que ya no existe para tratar de ahuyentar un fantasma que nunca se irá, y en vez de disfrutar nos atormentamos, y nos quejamos de todo, cuando en realidad el problema radica en nuestro interior.

En nuestra soledad, pero, al tiempo, en nuestra natural búsqueda de compañía, nos encontramos en un dilema, ¿qué hacer entonces? Ser coherentes, es la mejor respuesta. Todo termina. No debemos aferrarnos a algo que ya no existe o está a punto de dejar de existir inevitablemente. Seguro que siempre habrá alguien que nos brinde su compañía sin ser dependiente de nosotros ni exigir que nosotros seamos dependientes de la suya, sin obligaciones de elegir entre su individualidad o la nuestra.

Vivamos conscientes de nuestras soledades y nuestras compañías, no seamos tercos, sólo disfrutemos y no suframos por las cosas que creemos nuestras y que se acaban. Ese espíritu de posesión es lo que muchas veces nos hace sufrir y no nos deja separarnos y cerrar los círculos vivenciales que ya no tienen más que ofrecernos. Hay que recordar que en verdad NADA ES NUESTRO, por más que la vida se empeñe en engañarnos haciéndonos creer que sí. En el final nos iremos, y en el fondo nos iremos solos; qué mejor que, en ese fin, nuestra soledad tenga cercana la compañía de aquellos que quisimos y nos quisieron no a causa de ese espíritu de posesión, sino por el natural sentimiento del amor, tanto suyo como nuestro, porque el amor, el de a de veras, ni obliga, ni posee. ... (ver texto completo)
Amigo errante;
Doy contestación a tu mensaje colgado el día 09/03/08, a las 18,31.
Esta antígua casa a la que te has referido diciendo al Piquero que si tiene algo que ver en ella, yo no lo se; lo que sí se yo de esta casa es que la llamaban casa de Dña. Amalia, o de la "Señora", y da la casualidad que yo, conozco esa casa de pe a pa, ya que en mi niñez, naturalmente, tuve unos íntimos amigos que vivieron en ella, y la hemos recorrido unas tropecientas veces.
En la actualidad es propiedad de Félix ... (ver texto completo)
Poesía de un paisano

A CADA PUEBLO VACÍO DE CASTILLA

Al trasluz de la tarde calma y roja
despertando su siesta está Castilla,
olvidada, rural, noble, sencilla,
callada soledad, árbol sin hoja.

Castilla altiva, hiriente paradoja, ... (ver texto completo)
Amigo Piquero, no sé si el autor de la poesía eres tu o un "paisano", pero me gusta, tiene musicalidad y un estilo elegante.
La casa de la foto tiene algo que ver contigo o solo es un apoyo gráfico?
Saludos
Poesía de un paisano

Mi casa no es de espumas ni corales,
ni de sargazos y algas mis estancias,
ni conchas donde el mar sueña fragancias.
Mi casa, tierra adentro, son eriales,

Crepúsculos de tenues horizontes,
mares de trigo henchidos de estiajes,
caminos rectos de hombres sin ambages, ... (ver texto completo)