"SOLO TENIA 16 AÑOS"
Tenia solo 16 años cuando marqué mis manos en el techo de la
escuela, lo recuerdo perfectamente.
Mi escuela era un
edificio moderno, de techos bajos y
ventanas metálicas, y sus directivos eran también modernos, hasta los alumnos éramos modernos aunque mi hijo se burle de mi denominación. En realidad el
espejo me obliga a pensar que ¡moderno! no es un buen adjetivo para la imagen que le presento cada día, pero lo fui, juro que lo fui cuando 16 años facilitaban serlo.
Los modernos
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