La
ermita del patrón,
San Bernardino de Siena, se encuentra en un jugoso paraje, de
camino hacia Villalón.
La pradera todavía se conoce como el tendal, porque era el lugar preferido por las lavanderas para secar la ropa.
El
retablo mayor barroco, bien surtido de imágenes, procede del desamortizado
convento franciscano de Nuestra Señora de los Angeles de Castromocho, de donde también salieron otros tres para la
iglesia del Rosario de La Mudarra.
Es curiosa la colección de exvotos, en la que destaca
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