Tú que eres el Amor de la insistencia,
aletean a tu contorno los halos osados
como los laboriosos pichones heraldos
que donan dos letras a correspondencia.
Mi ósculo acaricia tus labios encarnados
como los rascacielos besan el garzo cielo,
como el arco iris besa los oteros soleados.
¡Ay cielo, cómo te amo Venus de Milo!
... (ver texto completo)
aletean a tu contorno los halos osados
como los laboriosos pichones heraldos
que donan dos letras a correspondencia.
Mi ósculo acaricia tus labios encarnados
como los rascacielos besan el garzo cielo,
como el arco iris besa los oteros soleados.
¡Ay cielo, cómo te amo Venus de Milo!
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