La constancia es la virtud por la que todas las cosas dan su
fruto.
La inconstancia y la impaciencia destruyen los más elevados propósitos.
La constancia es una llave mágica.
La inconstancia lo hecha todo a perder, ella no deja que ninguna semilla germine.
Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho.
La constancia es el complemento indispensable de todas las demás virtudes humanas.
Los grandes sucesos dependen de incidentes pequeños.
Nobleza, dignidad,
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