El chicle lo inventó el estadounidense Thomas Adams, en 1870, el primero en comercializar un "chicle", son los indígenas de Centroamérica y
México los primeros que mascaron el sapote, la materia prima utilizada en su fabricación.
El sapote es una resina que se extrae del
árbol del chicozapote, palabra que, al escribirla, varía entre chictli y txcli.
Muy pronto se tradujo como chicle.