Descendimiento. Semana Santa, CUENCA DE CAMPOS

<TE HE HECHO A TI>
Por la calle vi a una niña aterida y tiritando de frio dentro de un ligero vestidito y con pocas perspectivas de conseguir una comida decente. Me encolericé y le dija a Dios:
¿por qué permites estas cosas?
¿por qué no haces nada para solucionarlo? >
Durante un rato, Dios guardó silencio. Pero aquella noche, de improviso, me respondió:
< CIERTAMENTE QUE HE HECHO. TE HE HECHO A TI>