Buenos días a todo@s.
Emigrante, me has emocionado; sencillo, limpio, hermoso tu relato, la pena es saber que hay hoy muchas y muchos tias ADA y tal y como vamos, con una cultura minima, con todos los valores perdidos y sin un futuro claro esto no lo arregla nadie.
Gracias por tu escrito y un abrazo
Ramón LA A N C I A N A T Í A, A D A
Cuando fue muy viejecita, tía Ada se fue a vivir al asilo de ancianos. Compartía una pequeña habitación de tres camas con otras dos viejecitas tan ancianas como ella. Tía Ada escogió inmediatamente una butaca que estaba cerca de la ventana y desmenuzó una galleta seca sobre el alféizar.
¡Bravo, así vendran las hormiguitas!-dijeron ironicamente las otras viejecitas.
Pero en cámbio llegó un pajarillo del jardín del asilo, picoteó muy contento la galleta, y se marchó.
-Ya... quisiera saber si Nicereta tenia una hermana que se llamaba Maria Sanchez Lobon? Es que es una coincidencia que lleva los mismos apellidos de mi abuela que tambien era de cuenca de campos. muchas gracias "ELLA"
Ella, de improviso se sentó en la cama, y comenzó a balbucear, hablando vaya a saber uno, con qué invisible ser, y este hecho tomó de sorpresa al hombre que escribía en el teclado de su vieja máquina.
Se acercó, dejando inconclusa la frase, y comenzó a observar cómo ella enhebraba incoheréncias, como si fuera la conversación más normal del mundo, y sin que diera muestra de notar su preséncia, esa preséncia del hombre, que desde tánto tiempo atrás había sido el destinatário de esas palabras.
Permaneció...