Luz ahora: 0,14175 €/kWh

Apañila, CUENCA DE CAMPOS

Apañila ataviada con el ropaje que se utilizaba cuándo iban al campo a apañar, y que que consistía en recoger las gavillas que la antígua máquina segadora, esa de las aspas, iba dejando en el suelo, y estas mujeres iban haciendo unos montones que les llambaban, morenas.
La poesía: HOMBRES DEL CAMPO, siento que por algún motivo, no se ha imprimido toda ella; ya lo haré otro día. Hoy y como solo estoy de paso, en el ordenador, en medio de la noche, nublada:

ME DESEO Y OS DESEO
UNA TRAVESÍA HERMOSA,
-ENTRE OTRAS MILES DE COSAS-
SOÑAR Y QUE TRAIGA EL SUEÑO,
ANHELOS: BELLOS ANHELOS
DESDE EL NACER DE LA AURORA...
Y SE CUMPLAN EN LAS HORAS,
TODOS LOS MEJORES SUEÑOS...
Buenas tardes.
Libertad tu poesía es muy bonita (todas las que te he leído), sigue por favor regalándonos buenos momentos de lectura, que a mí en particular me parece que escribes cosas sencillas y muy buenas, Gracias.
Cada día me gusta más entrar en el foro, leo muchas y bonitas poesías, cosa que me deleita.
Como veis, un foro puede mantenerse a buen nivel y buena armonía, con un buen escrito, un buen copiado y pegado y lo más importante, las ganas de hacer las cosas bien.
Saludos
! HERMOSAS POESÍAS! Yo quisiera, con esta poesía que tiene pocos menos años que yo, hacer honor a los hombres del campo. Lo llamé entonces.

HOMBRE DEL CAMPO

Alas de rejas voladoras,
trazando surcos en la humildad y la fatiga.
Tesón de hormigas;
ácarrenando en la soledad de la llanura.
Ángeles morenos
Bello poema a las respigadoras Piquero.
En relación de este modus vivendi de tanta gente humilde en nuestro pueblo, os cuento una anécdota que ocurrió acerca del mismo.
Estábamos durante el mes de Agosto varias personas sentados en los bancos de la Soledad, y entre los allí estábamos, uno de ellos era el Sr Gaudencio (Q. E. D), hablando de esto y de lo otro, hasta que llego un pastor de los varios que había en nuestro pueblo, diciendo que la respigadoras le quitaban el pan de sus hijos, entonces...
"S E G A D O R E S"

Con el morral henchido de ilusiones
que mi madre amañó de vieja pana
y con mayor contento que otros días
por la puerta trasera entré en mi casa.
Como el verano se echa encima, hijo,
y la gente del campo está cansada
de tanto caminar abarbechando
pensamos que tu ayuda es necesária....