Cuando pretendas conocer un pueblo como Cuenca de Campos, viajero, no acudas directamente a su corazón y haz un alto
en sus pies, en su cintura y brazos, en sus hombros;
llega a ellos y tócalos, escúchalos y ponte a toser o a escupir si te sientes morir, pero comparte lo que el pueblo da y el pueblo es;
… y no, no es preciso que denigres al tiempo, o que llores
o reniegues del hombre, no, como tampoco lo sería abrir de cuajo el mundo para despojar de su canto al mar;
… sólo vive y sabe, viajero,...