En un oasis escondido en medio del desierto, se encontraba el viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas palmeras datileras.
Su vecino Hakim se detuvo a abrevar sus camellos y lo vio transpirando, mientras parecía cavar en la arena.
-Que tal anciano? le dijo
- Muy bien-contestó Eliahu
sin dejar su tarea.
- ¿Qué haces aqui, con este calor, y esa pala en las manos?... Simpasegoviano, muy bonito poema, no sé si es tuyo o no, pero da igual, es bonito y me ha gustado leerlo.
Gracias por los muchos poemas con los que nos entretienes.
Un saludo.
M. P.