Al cabo de diez años de aprendizaje, Zenno creía que ya podía ser elevado a la categoría de maestro zen. Un día lluvioso, fue a visitar al famoso profesor Nan-in.
- ¿Has dejado tu paraguas y tus zapatos del lado de afuera?
-Por supuesto –respondió Zenno. –Es lo que manda la buena educación. Actuaría de la misma manera en cualquier lugar.
-Entonces dime,
¿pusiste el paraguas a la derecha o a la izquierda de tus zapatos?...