Esta carta está escrita de puño y letra, por CAETANO BONICELLI, Emérito de Siena, y en ella, por debajo del membrete Episcopal, se ve un retazo de tela del hábito de
San Bernardino, cortado por él mismo, según dice en la carta, la cual va dirigida al Canónigo, que supongo que será D. Santiago Calvo
Valencia.