jajajaja te creí Reyes, pero sigo pensando que es más cómodo las avellanas peladas. Yo como tú, también cuido mis dientes... pues es cierto que son verdaderas joyas a partir de cierta edad y como piedra no llevaré a la Catedral, prefiero comer las avellanas ya peladas. Ya lo sabemos que tu siempre piensas en piedras y mas si son preciosas Tienes razón M. P. pero seguro que Rubí piensa igual. Leer leen pero decir... no se ¿En quien estaría yo pensando?