Etimológicamente significa “del olivo”. Viene de la lengua latina.
Transmitir a Cristo nunca significa imponerse a los demás. El Evangelio no es una tenaza con la que retener la conciencia de los demás. Un creyente de Bangladesh, hablando de quienes a su derredor no conocen nada de Cristo, decía:"Cuando nos acercamos al fuego nos calentamos. Cuando el fuego del amor de Dios está en nosotros, ¿no se transmitirá incluso a los que estén a nuestro lado?".